lunes, 7 de febrero de 2011

María Lionza (Yara, Guaichía)


Es madre de la raza mestiza –aborigen con español- haciendo olvidar en el mestizaje todo orgullo por un lado y el maltrato nativo por el otro logrando la unión y romance de dos mundos.
La cultura venezolana a la igual que la de América latina está formado por la unión de negros, indios y blancos españoles. Ella es el centro de la triología de máxima jerarquía en las cortes espirituales venezolanas formada conformada por el Gran Cacique Guaicaipuro -Cacique de Los Caracas y otras tribus que se opuso férreamente a los españoles-, María Lionza y el Negro Felipe –Gran Luchador durante las guerras de Independencia de Venezuela-.
El culto alcanza su día máximo de celebración el 12 de octubre; sus representantes espirituales, las tres potencias, el culto y la celebración se extiende a lo largo y ancho del territorio venezolano e incluso internacionalmente, especialmente en Colombia y en todos aquellos países donde existen colonias venezolanas. Otra fecha a destacar es la Semana Santa, donde las peregrinaciones alcanzan su punto máximo.
Las celebraciones del "12 de octubre" incluyen desde las más modestas ofrendas como flores y velas, rezos e inciensos, hechas en cualquier hogar, hasta la bajada de espíritu a través de médiums en cualquier lugar de Venezuela y especialmente en Sorte (Edo. Yaracuy), lugar de grandes peregrinaciones, para presenciar los bailes de candela y las perforaciones de los cuerpos de los médiums, los cuales al salir del trance no muestran secuelas de lo experimentado, eso se hace para demostrar que en realidad habitan espíritus de luz en sus cuerpos.

El culto a María Lionza se distingue por el sincretismo.
Es una mezcla de expresiones religiosas: católicas, nativas de Centroamérica y cultos animistas africanos. Hasta 1950 muchas de estas prácticas religiosas no eran dadas a conocer a la luz pública, se mantenían ocultas, por lo tanto eran muy pocos los venezolanos que asistían a la montaña de Sorte y estaban en conocimiento de la leyenda de la Diosa, que sus devotos creían que aun vivía allí. Los cambios económicos de la Venezuela rural (agrícola) a urbana ( industria petrolera), generó el desplazamiento de muchas personas hacia la ciudad y así fue que muchos yaracuyanos trajeron consigo a la capital el culto a María Lionza. Sin embargo siguió siendo un culto espiritualista de unos pocos devotos.
Según los estudiosos de María Lionza el culto es de reciente data, 1950. Es muy probable que hasta antes de los años 50 el mito, sus rituales y prácticas fueran originarios de Venezuela, posteriormente, en los 60, Venezuela comenzó a recibir inmigrantes cubanos y haitianos, que adoptaron el culto de María Lionza pero contribuyeron al culto con algunos elementos “yoruba” que provienen de Santería y Vudú.
Se han hecho importantes trabajos de diferentes marcos teóricos que intentan explicar la popularidad del culto a María Lionza desde una perspectiva psicológica, sociológica y antropológica, sin obtener resultados contundentes.

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